REFLEXIONES
Juan 1:12 “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Por: Pablo Martini |
PUNTO DE REFERENCIA
Usar un punto de referencia salvó la vida de los astronautas del Apolo 13. Cuando el Apolo 13 retornaba a la tierra disponía de muy poca energía. Los astronautas tenían que conservar cada vatio de energía que les fuera posible. Ellos tuvieron que apagar las computadoras y los comandos no necesarios para utilizar la escasa energía en un ingreso manual a la atmósfera terrestre. Ellos estaban conscientes que necesitaban corregir su curso. Ellos sabían que si no lograban encender los motores periódicamente durante 39 segundos para colocarse en una órbita diferente, jamás podrían regresar a la tierra.
Pero ¿cómo podían corregir su curso si no contaban con la energía suficiente para encender todos los instrumentos y las computadoras? El astronauta Jim Lovell decidió que si podían mantener un punto fijo en perspectiva a través de la diminuta ventana que había en la cabina, entonces podían dirigir manualmente la nave hacia la tierra. Ellos mantuvieron su punto de referencia en la tierra y no despegaron sus ojos de su objetivo. Finalmente, encendieron los motores por 39 segundos y lograron penetrar la atmósfera terrestre. De esta manera el Apolo 13 culminó exitosamente su misión y se salvaron tres vidas.
Este evento nos habla de la importancia de mantener una clara perspectiva en cuanto a donde queremos llegar. La Biblia nos habla de poner "los ojos en Jesús."
Pregunta ¿Estás poniendo a Jesús como punto de referencia en tu vida?
Recuerda, sin Jesús no existe una perspectiva correcta.
Recopilado y editado por: Mario Rodríguez
reflexionesparaelalma@labibliadice.org
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:6
Vivimos en la era de lo instantáneo: café en minutos, dinero en el acto, baje kilogramos por día, obtenga su casa hoy mismo. Se habla de la teoría de la generación espontánea y se ofrecen damas de compañía para viajes con sólo una llamada telefónica y un número de tarjeta de crédito. Todo está al alcance de tu mano con un simple “clic”. ¡Qué logros de la humanidad! Pero... ¿Es esto sinónimo de progreso, realmente? Las cosas de Dios parecen no interesarle al hombre posmoderno. Los “dioses” de este siglo son aquellos “salvadores” que prometen pronta liberación de la miseria. Ofrecen éxito y fama instantánea de acuerdo a lo que el cliente desea comprar.
El valor de la eternidad o de la vida eterna aparece como un “sin-sentido” en esta era de lo espontáneo e instantáneo. “¿Eternidad? Ese es un concepto vetusto”, confiesa el hombre pos moderno. Hablar de pecado parecería no “encajar” cuando las barreras de lo bueno y lo malo suben o bajan condicionadas por lo que cada uno cree para sí sobre lo que es bueno y lo que es malo. La fe se desvanece en la imposición del “consumo de objetos” y de valores dados por lo que se ve o puede mostrarse. Si no veo o no toco, o no tengo... no creo. Y ¿dónde quedan, entonces, las propias necesidades? ¿Quién tiene registro de lo propio?¿Quién se encarga de pensar que el hombre es más que una era histórica y un ser inmerso en una masa? Pero aunque los valores de este mundo cambien y se desvanezcan con el paso del tiempo, la palabra de Dios y sus preceptos permanecen inmutables a través de la eras.
El salmista David dijo: “Los cielos y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán” Qué mejor día que hoy para comenzar este año pensando en términos eternos y a reordenar tu escala de valores. Dirígete a Jesús. Él no mejorará tu vida, Él te dará una nueva vida y, poco a poco, sin promesas de soluciones rápidas pero con promesas de cambios definitivos, te enseñará el camino a la vida.
Por: Pablo Martini
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